Eduard Genís Sol, abril del 2018.
Si la difusión y el descenso depurativo carecen de la nutrición y la hidratación del yīn del pulmón, la depuración no podrá realizarse y el Qì del pulmón ascenderá a contracorriente, generando con ello tos seca y disnea. Por otra parte, si el vacío del yīn del pulmón impide la distribución de los fluidos por todo el cuerpo, ello imposibilitará tanto la nutrición de la piel y de las carnes, como la hidratación de las heces; las consecuencias de lo cual serán adelgazamiento, sequedad en la boca, la nariz y la garganta, y estreñimiento.
Por otra parte, teniendo en cuenta que el pulmón desobstruye y regulariza las vías del agua (肺通调水道, Fèi tōng diào shuǐ dào), que es la fuente superior del agua (肺为水之上源, Fèi wéi shuǐ zhī shàng yuán); y que, como resultado del descenso depurativo que lleva a cabo el Qì del pulmón, los fluidos son transportados a los orificios inferiores (anal y genital), las heces y la orina pueden excretarse tranquilamente. Pero si el yīn del pulmón está vacío, los fluidos no llegarán al intestino grueso y se producirá estreñimiento.
Además, si el vacío del yīn del pulmón se ha producido a partir de un perverso calor o de una deficiencia en el transporte y la transformación (运化, Yùn huà) del bazo, significa que la formación de la orina quedará reducida y la transformación del Qì en la vejiga (膀胱气化, Páng guāng qì huà), dañada; situación que se traducirá en micciones cortas, difíciles, o directamente bloqueadas.
* Este artículo es un pequeño fragmento de nuestro libro “Las manifestaciones de las vísceras (脏象, Zàng xiàng)”.
eduard@medicinachinahoy.com